¿Algún compañero de trabajo te insulta constantemente? ¿Tu jefe te hace bromas pesadas a cerca de tu persona o vida privada? Puedes estar sufriendo de mobbing.
El mobbing laboral o acoso laboral se define, como cualquier conducta que se mantenga en el tiempo y que se ejerza sobre un empleado por parte de un superior, compañero de trabajo o un grupo de personas, que tiende a causar angustia, miedo, desmotivación y puede desembocar en una depresión. La palabra mobbing viene del inglés: acosar, hostigar o acorralar.
El mobbing laboral es confundido con el síndrome del quemado (burnout). Sin embargo no representan lo mismo. Burnout significa 'estar quemado' o desgastado por ciertas circunstancias o características relacionadas a la profesión o el trabajo, el cual genera en el trabajador una intensa demanda en el aspecto emocional. La diferencia radica que en el mobbing, las estrategias que utilizan los acosadores son más sutiles, más bien de índole psicológica, pues la intención es no dejar rastro o huella del acoso, para hacer notar al acosado, como un incompetente o problemático y, de paso, no poder ser acusados de nada, debido a la difícil demostrabilidad de una agresión de tipo psicológico.
El proceso suele consistir en probar la resistencia del trabajador hasta que se rompa, para que sea él quien comience el conflicto de forma pública, ya sea a través de una queja o presentando su renuncia. Por lo general, el acosador o acosadores, tienen por objetivo principal que la persona renuncie a su trabajo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el acoso y la intimidación en el trabajo son problemas frecuentes que pueden tener efectos negativos en la salud mental.
Cómo saber si eres víctima de mobbing
Te debes de fijar si reúnes una serie de condiciones que a continuación te mostramos:
Debe ser una situación que persista en el tiempo. No se puede tratar de un hecho aislado.
Debe ser frecuente, es decir, darse la situación varias veces durante la semana.
Se debe diferenciar de una situación de estrés o conflicto laboral normal.
El comportamiento del acosador debe atentar contra la dignidad de la persona acosada y realizarse con la intención de causar un daño.
Cómo superar el mobbing
1. No enfrentarlo solo, ni mantenerlo en secreto.
Siempre comentar las agresiones que se reciban con el jefe, compañeros de trabajo, pareja, amigos y allegados. Guardarse el acoso para uno mismo es desgastante desde el punto de vista emocional. Hay que evitar el aislamiento, que empeora la situación emocional del acosado.
2. Mantener la calma y enfrentar al acosador.
Los acosadores en el fondo son débiles y cobardes, y a veces no resisten el enfrentamiento directo; éste además es el mejor modo de mantener nuestra dignidad personal y nuestra autoestima.
3. Buscar asesoramiento psicológico y legal.
Hacerlo desde el principio, si es posible dentro de la propia empresa, para proteger nuestro bienestar emocional y nuestros derechos legales.
4. Documentar las agresiones.
Siempre que se pueda, es fundamental tener documentación que pueda avalar nuestro testimonio. De esta manera tendremos más herramientas para poder negociar con la empresa para una resolución satisfactoria.
5. Enfrentar la situación.
El mejor modo de mantener nuestra integridad psicológica es enfrentar la situación de forma madura, sin ira y rechazando las calumnias, críticas y manipulación que intenta el acosador.
Pero sobre todo, repetimos, no enfrentar el problema SOLOS. El acosador es quien está realmente solo, es un cobarde, y solo puede mantener su conducta de acoso mientras la situación no salga a la luz y se haga pública.
En cualquier caso, ante la duda de si no sabes si estás en una situación de mobbing en el trabajo, lo más aconsejable es que consultes a profesionales en el tema.